martes, 30 de agosto de 2011

Agostóxico

Ya es un hecho: voy a ir a Sevilla para prepararme las oposiciones. Al principio me supuso un  leve shock, teniendo en cuenta que la academia original estaba a pocos minutos de casa. Pero al final creo que no va a estar tan mal por dos razones:
  1. La academia de Sevilla tiene más prestigio a la hora de preparar opositores para mi especialidad.
  2. Puedo llegar fácilmente en tren de media distancia, ya que las clases están a 10 minutos de la estación de tren más cercana. Ya he hablado con una persona que está en mi misma situación y que debe ir el mismo día que yo a Sevilla, por lo que podremos compartir coche y gastos.

Una vez más, y como siempre en la vida, cierro una etapa para iniciar otra. ¿Y qué etapa es la que cierro? La de profesor particular. Esta será mi última semana productiva desde el punto de vista lucrativo. Aún así, creo que será un alivio. Las clases particulares han supuesto una dedicación y un esfuerzo que han resultado estar muy mal pagados (e incluso infravalorados por los propios estudiantes –algo que no es ninguna novedad-).

No voy a quejarme (más) aquí de lo que han supuesto las clases. Enfrentarme a morosos, a informales, a alumnos que faltan cuando quieren, que no avisan, que toman decisiones extrañas respecto a la duración de las clases, alumnos que se tienen en muy alta estima y que “a pesar de ser buenos estudiantes van a clases particulares” aunque luego me demuestren a que apenas saben dónde están de pie. Esos alumnos que me dicen cómo tengo que dar la clase, así como lo que tengo que dar. Esos alumnos que, por pagarme un dinero ínfimo, se creen con derecho a todo (a estar todo el día a su disposición, a que les dé con mi barita mágica y que aprendan todo lo que no saben, a no hacer los deberes que les mando…). Todo esto será agua pasada el próximo viernes a las 11:30 h.

Precisamente, estoy escribiendo ahora este post ante la evidencia de que mi alumno jerezano me ha dado plantón.
  • Sí, ése que ayer me pidió que hoy adelantáramos la hora de la clase a las 9 de la mañana.
  • Sí, ése que quiere ser ingeniero –surfero.
  • Sí, ése que no da un palo al agua.
  • Sí, ése que es incapaz de hacer una mediatriz él solito.
  • Sí, ése.

En fin (estoy todo el día diciendo “en fin”, con tal de no decir una barbaridad).

Feliz septiembre.

ACTUALIZACIÓN (14:40 h):
He ganado hoy 18€. Para ello, me he tragado mi orgullo y he sido víctima de un remordimiento que no debería tener. Os dije que no le daría clases al niño hoy y al final le dije que viniera a las 12. Le avisé con 15 minutos de antelación por sms: "Si quieres dar clase hoy, puedo de 12 a 2. Si no, nada."
 Ah! Me dijo que se le había olvidado venir a clase a las 9, pero que estaba despierto. No sabe que whatsapp es un chivato y yo estoy muy loco. Mañana hemos quedado a las 9. Le he dicho que si le interesa, que venga. Si no, no habrá más clases. Si llega a las 9 y 10 no le abro la puerta. Y ha accedido. Ya veremos qué pasa mañana. Sí, mi vida es así de patética.

domingo, 21 de agosto de 2011

Up

Hoy he visto la película "Up" por ¿tercera? vez. Una vez más, he vuelto a emocionarme con la narración de la vida en pareja del protagonista. La cuestión es que hoy ha sido más intenso. El Pz a mi lado y yo aguantándome las lágrimas. Estábamos comiendo y, mientras veía la secuencia, tuve que dejar de lado los cubiertos. Y, de repente, el Pz se vuelve y me pregunta algo, nada más acabar la escena.

Y me puse a llorar. Me avergüenza reconocerlo. No soy de lágrima fácil, y mucho menos cuando hay alguien delante. No fue una llorera, pero al intentar responderle se me quebró la voz y me saltaron dos lagrimones, teniendo que aguantarme un hipido y todo.

Sí, muy sexy.

El Pz se quedó desconcertado.

Y yo más.

En fin, una prueba más de lo tonto que estoy últimamente. Me enfado rápido, estoy nervioso, no duermo bien...

Simplemente ha sido una muestra más de lo insulsa que es mi vida ahora mismo.

jueves, 11 de agosto de 2011

Café Instantáneo


Hace ya unos meses probé a hacer mi versión particular de un experimento llevado a cabo por la artista Ellie Harrison entre el 1 de enero de 2006 y el 31 de diciembre de 2008. Éste consistía en dejar constancia por escrito de los pensamientos que cruzaban la cabeza de la artista cada vez que se sentaba a tomarse un té. Sí, es inquietante, pero supuso una pequeña revolución en su momento en ciertos sectores artísticos, ya que implicaba el empleo de un blog como herramienta principal para la manifestación (catarsis, expresión...) de la artista. 

Como coincidía que iba a comenzar las prácticas de profesorado, consideré que podría ser interesante llevar un diario breve de la experiencia. Para ello, utilicé una plataforma en la que era novato: tumblr. Esto es así porque la consideré ideal por su inmediatez a la hora de escribir post y por su imagen sencilla y limpia. Simplemente, sustituí el té por el café (instantáneo, que tengo poco tiempo, jeje) y poca cosa más. A este tumblr lo llamé Café Instantáneo y funcionó durante un tiempo, hasta que tuve que aparcarlo debido a que no daba abasto con tantas obligaciones 1.0 y tantas redes sociales.

La cuestión es que me he dado cuenta de que sigo asiduamente a varios tumblrs de fotografía, humor gráfico, arte, etc., así que me he dicho: si ya tengo un tumblr puedo republicar aquello que me guste (tan fácil como apretar un botón) y añadir cositas propias. Así, aunque haya dejado de lado el motivo que le dio vida a esa página (aunque seguirán apareciendo reflexiones y demás chorridivagaciones de cosecha propia), creoq ue ha llegado el momento de darle una oportunidad.

Así que, sólo me queda decir:

Sed re-bienvenidos a

miércoles, 10 de agosto de 2011

Agosto puede ser un mes estresante

La vuelta a la realidad me ha supuesto bastante estrés por tres motivos básicamente:

- Clases particulares de Jerez: No me da tiempo darle todo el temario a mi alumno. No es por negligencia, es que no tiene ni idea. No puede pretender obtener en dos meses todo el conocimiento que se imparte en dos cursos (incluso en tres, ya que puede darse Dibujo Técnico como optativa en la ESO en muchos lugares). Además, el pobrecito mío es bastante torpe. Ea, lo he dicho. Y, para variar, me estreso más que él, con ataques de ansiedad incluidos de la impotencia.

- Oposiciones: Me hice un planning con horarios de estudio, deporte y clases particulares… para nada. Al final, la preparación de las clases particulares me lleva mucho tiempo, y he acabado dejando de lado mi temario de oposiciones por ahora. Además, ando desconcertado ante la abundancia de borradores que modifican las condiciones de la oposición. Esto es una mierda, señores, una mierda. La situación: estudiaré, encerrado, durante un curso; me presentaré a unas oposiciones que aún no sé cómo serán (número y tipo de pruebas, puntuación de méritos, etc.) y que, aún aprobándolas, es probable que no obtenga plaza…

- Más clases particulares, desde mañana, a un grupo de chavales de mi pueblo: Hablé con ellos en junio sobre duración y precio de las clases. Todos estuvieron de acuerdo. Bien, pues después de más de una semana intentando localizarlos (no contestan al teléfono ni revisan el correo electrónico) hasta por las redes sociales, aún hay un par de ellos que no saben seguro si irán, y, en ese caso, a qué turno asistirán. Conclusión: desorganización y descontrol. Soy muy fan del concepto: “no sé si voy a tener dinero suficiente para pagar las clases”, teniendo en cuenta que cobro menos que una limpiadora y que no he subido el precio que dije en junio… es que la feria de La Línea deja tieso al más pintado, así que no me des excusas de dinero ahora, pichurrita.

Pues eso, que si a esto le sumamos tareas domésticas, vida personal y cuidado físico (por aquello de no recuperar los 15 kilos que perdí en su momento), la situación me hace estar nervioso y prácticamente ilocalizable.

Sabía que iba a echar de menos el máster, asistir a clase, ver a la gente, tener una rutina fija.


ACTUALIZACIÓN (11/08/11, 11:47 a.m.)
Primera clase con el grupo de La Línea. De 4 que tenían que venir, sólo han aparecido 2. Los otros dos, uno con el móvil apagado y el otro no contesta. Al menos, los dos chicos que han venido son espabiladetes y con ganas de aprender. Mucho más agradecido y reconfortante de lo que estoy acostumbrado.
Related Posts with Thumbnails