lunes, 18 de junio de 2012

Las reglas del juego


Hace casi dos meses que impugnaron las oposiciones, un fatídico viernes 20 de abril por la tarde. Hasta ahora me he sentido en duelo. Mi cuarto continuaba lleno de papeles, de apuntes, de carpetas "a mano" para seguir estudiando... Desde el 20 sabía que no habría oposiciones, probablemente hasta dentro de varios años, pero me negaba a guardarlo todo. Me parecía injusto borrar el rastro de mi esfuerzo de un día para otro. ¿Dónde quedaban todas aquellas horas encerrado? ¿Dónde todas aquellas cosas que sacrifiqué en pos de una meta que veía factible? ¿Dónde las alternativas desechadas para continuar con las oposiciones? 

Pero "mi" propio piso también había sido invadido, como podéis ver en las fotos. Los índices de los temas personalizados, ampliados, resumidos y esquematizados, siguiendo un código de colores según su temática (blablablá, polladas), se extendían por el pasillo. Hoy, aquellos recordatorios, aquellos aliados del repaso, me recuerdan a lápidas alineadas en un cementerio.


Hasta ahora, entre que me hacía la idea de la cancelación, mientras me engañabaN diciendo que quizás habría en julio o diciembre, lo fui dejando. Luego comencé a dar clases particulares, por lo que los apuntes de dibujo técnico volvieron a primera fila al resultarme de utilidad. Llegué a pensar incluso que el pasillo estaba "bonito" así, para no tener que quitar el tinglado.

Pero se ha acabado. No recibiré ningún certificado que justifique el tiempo dedicado, a los de los colegios privados y concertados de España y del extranjero les da igual mi esfuerzo, nadie sabrá valorar nada de lo que hice. Cierto: me equivoqué, tomé la decisión incorrecta, perdí mi tiempo. Pero me niego a sentirme mal, ya que, en aquél instante en que me decidí a estudiar un máster de un año para luego emprender el camino opositor, parecía una buena idea. Es más, ME HAN CAMBIADO LAS REGLAS DEL JUEGO, por no decir abiertamente que me HAN CANCELADO EL JUEGO. "Game over" sin opción de "Continue"ni de "Insert coin" (al fin y al cabo, tras tanto tiempo sin trabajar dedicado a estudiar, pocas "coins" me quedan ya). El salón recreativo ha cerrado para siempre y la "maquinita" a la que jugaba me ha dado una descarga.

Debo corregir aquello de que no quedarán pruebas de mi esfuerzo: las marcas en la pared del pasillo y los pequeños desconchones de pintura al arrancar el "blue-tack" permanecerán ahí hasta que pinte el pasillo de nuevo. Menos es nada.


¿A qué empresa sin futuro me dedicaré ahora? Venga, un poco más de autocompasión, que para eso es mi blog... Estudié Arquitectura y la burbuja explotó tras varios años de ser explotado laboralmente (valga la redundancia); inicié la preparación de las oposiciones de auxiliar administrativo del Estado y se promulgó el Plan de Austeridad por el que se cancelaban; hice un máster y me preparé unas oposiciones para que se cancelasen. ¿Qué coitus interruptus podré iniciar ahora? He inundado Europa y América con mi CV, sin ningún resultado hasta ahora; he dado algunas clases particulares que acabaron la semana pasada, en las que volví a sentir el placer que me provoca la enseñanza y en las que me volví a volcar... hasta que se terminaron. Y en el Mercadona una zorra cajera si rió en mi puerca cara cuando tuve que entregarle a ella el curriculum porque no había nadie en la oficina. Entregada a sus labores de selección de personal, como cajera con ínfulas que es, e puso a leerlo delante mía con total falta de respeto. Pero las clases y el hipotético trabajo en Mercabrona son parches, suponen querer curar con tiritas una herida profunda.

A todo esto, no penséis que vivo llorando. Sigo entusiasmándome con planes inciertos, a mi pesar. Suelo sonreír y me alegra sentirme útil, aunque sea con tareas ridículas. Aprovechaos, que estoy de saldo.

3 comentarios:

JoseGor dijo...

Qué identificado me siento, fren! Siguiendo con el símil que tanto estoy explotando estas últimas semanas: nos educaron como Blancanieves para vivir en un mundo de Ravennas (la reina bruja) hecho para Ravennas.

Ni el esfuerzo, ni la dedicación, ni las buenas intenciones que nos inculcaron desde pequeños sirven en un mundo de enchufismo y "sálvese quien pueda".

No nos queda más remedio que convertirnos en zorras viejas y pisar el cuello de inocentes y no tan inocentes para abrirnos camino. Eso si nuestra bien manipulada conciencia nos los permite.

Gary Rivera dijo...

Pues no te desanimes, un poco de paciencia, organiza bien tus gastos y nos desprecies un trabajo por sencillo o humilde que sea. La situación esta peluda para todos, pero no te desanimes. Si sigues intentando lo que va a suceder es que vas a conseguirlo! Asi va a suceder!

Anónimo dijo...

Pues te había quedado una tabla periódica muy chula en el pasillo xD. Bromas aparte, ¿de verdad tardastes 40 minutos en quitar todo eso? No, ahora en serio de la buena. Como decían en Dollar Million Baby, para dar un buen golpe a veces hay que dar un paso atrás, no todo es avanzar liándose uno a hostias. Te mereces un descanso, y luego cuando comience la segunda parte a darlo todo, campeón ;)

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