Parece que creemos que si nos angustiamos anticipadamente por algo que pasará dentro de días, meses, años, cuando llegue el "día D" ya no nos quedará angustia en el cuerpo y entonces estaremos genial. Pues no,
Vivimos agazapados por lo que pasará y lo peor es que, casi todos los mensajes que recibimos del exterior potencian ese sentimiento de terror al futuro del que deberíamos huir, de tal manera que tuviésemos que abastecernos de todo lo necesario para sobrevivir en un refugio lo que nos queda de vida.
Yo mismo, of course, ahorro para cuando no tenga dinero. Nos conformamos (aquí en mi caso personal, hablaría en pasado) con cualquier trabajo por si no encontramos otro. Permanecemos en una relación más tiempo del necesario por si no nos vuelve a querer nadie. Nos machacamos en el gimnasio, escuchando a marujas y vigoréxicos terminales de fondo, para cuando se acerque el deterioro físico. Hay más de una y de uno que se va aplicando ya cremitas antiarrugas antes de que le aparezcan las arrugas.
¿Y si no pasa lo que quiero que pase? ¿Y si pasa lo que no quiero que pase? ¿Cómo quieres que te quiera si el que quiero que me quiera no me quiere como quiero que me quiera?... perdón, se me ha ido y nada más que es lunes. Y al final no pasa nada. Nada que nos saque de nuestra inercia, de nuestra rutina buscada, de nuestra previsibilidad.
Y es en este punto donde vuelvo al tema que últimamente me tiene tan absorto: creo que uno puede evitar todo esto si uno vive atento al ahora
[Inserte aquí su clave de la felicidad].......................................................................................................
Como dice la micropoetisa Ajo: "No hay peligro suficiente para tanto miedo que tenemos". De regalo, y para distender el ambiente, os dejo unas cuantas cortinillas que hizo para La Sexta.
Sí, a mí también se me ha escapado una lagrimita y una sonrisita al ver estos videos.
Este texto ha sido basado/animado a existir por la columnista Bárbara Alpuente y su genial sección en cierta revista maru-fashion, de las que también hay que leer (con cuidado).
3 comentarios:
Hace un par de días leí un artículo, ahora mismo no me acuerdo donde, que decía que no somos capaces de apreciar el presente por que nuestra mente está ocupada buscando y repasando en el pasado experiencias traumáticas o planeando un futuro basándose en lo que ya has vivido. ¿Solución a este problema? Dejar que el pasado se disipe con el convencimiento de que lo hicimos lo mejor que pudimos (aparte de que lo hecho, hecho está)y dejar de malgastar energías preocupándonos de algo que no podemos controlar como es el futuro, de esta manera nuestra mente centrará nuestra atención en el AHORA.
Es decir, que el cambio debe surgir de nosotros mismos, pero resulta muy difícil cuando la sociedad te está enviando otro tipo de mensajes o la gente que te rodea y a la que quieres no ven las cosas como tú.
Bueno, siempre queda hacer lo que dice uno de los micropoemas que has puesto (algunos de ellos no los había visto): "La vida es así, me la estoy inventando yo".
El pasado es historia, el futuro un misterio pero el hoy es un regalo, por eso se llama presente.
¿Qué hacemos cuando nos hacen un regalo? disfrutar de él como un niño con una bolsa de chucherías.....
Jummmm, no sé yo si todos hacemos eso cuando nos dan un regalo, pero puedo aportar ese estrebillo de uan canción:
"tengo un miedo que da miedo del miedo que da"
Y eso otro que escribía Tony Morrison; una autora que me mola...
Narraba cómo alguien contaba haberse encontrado con alguien aterrorizado, en la cocina de su casa, porque decía que caería al abismo y se daba un paso; y ella, en lugar de dudar del precipicio, abismo, le dio la mano.
Besos cruzando
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