domingo, 12 de septiembre de 2010

Retorno a los orígenes, en todos los sentidos

Alerta: pesimismo constante en las siguientes líneas. Allá tú si quieres leerlas.

"¡Hago chof y reviento a tu lado!"

Resumo, por resumir, por escribir, aunque no me apetece mucho escribir. Es curioso cómo yo mismo me busco obligaciones y deudas conmigo mismo.

Llegué a la península, a Málaga, tras dos horas de vuelo. En el aeropuerto me recogieron, afortunadamente, y tras una hora y media de coche, llegué a mi casa. Mi casa, que vuelve a ser la casa de mis padres. En fin. Se me hace patente una ligera desazón con sabor a "pasos atrás". Volvemos a como estaba hace tres años: sin trabajo, con mi pareja en una isla en mitad del Atlántico y viviendo en casa de mis padres. Bien.

Mis padres, anhelantes de que llegara para poder resolverles sus innumerables problemas informáticos. Ni me dejaron comer tranquilo. Bien. En esa tarea he estado inmerso toda la semana. No soy informático, ni siquiera aficionado a la informática. Lo que pasa es que tengo una escaso y por lo tanto temerario miedo a tocar botones. Tocas, tocas, y con tanto toqueteo, te puedes llevar una sorpresa,o un chorro de algo.

Toca retomar las riendas de mi vida laboral. Toda la semana acudiendo al Inem, para estrellarme contra un muro de papeleo inútil. No desean ayudarme a que siga adelante, claramente. El hecho de vivir con mis padres se convierte para ellos tb en una lacra. Vueltas y vueltas, corriendo del Ayuntamiento al Inem, varias veces en la misma mañana, sin tener certeza de para qué, para que cuando traiga el papelito del Ayto. al Inem, me requieran otro nuevo, y vuelta al Ayto. Me veo sin prórrogas ni becas. He tenido crisis muy fuertes esta semana (¿que tú tienes una crisis sólo a la semana, o ninguna? Será que no tienes nombre compuesto, como yo, y careces por ello de carácter culebronáceo venezolano, bonita), planteándome dejarlo todo y todos, e irme a tomar por culo al extranjero, con una mano delante y otra detrás, fuera amistades, fuera pareja, fuera familia, estamparme yo solito y lejos. Es la sensación paranoica de las vedettes de los 60, la de la "mano negra" que hunde mi cabeza en el lodo cuando trato de tomar aire. Bien. Optimista. Vital.

El martes, para Almería por cuestiones familiares. Viajar del culo occidental al culo oriental de Andalucía. "Andalucía Imparable", dice el eslógan de la Junta, seguramente ideado por el cuñado de algún Delegado. Sí, imparable, cuesta abajo, marcha atrás, amordazada y sin frenos. Reconozcamos que no podemos ser europeos, pero sí mozambiqueños (con todos mis respetos a Mozambique). Bien. Colosal.

Ayer, a Jerez. A ejercer de arquitecto gratuito. Ver un piso, fotografiarlo, medirlo, levantarlo en planos. Con la esperanza de que sea ese el piso en el que vivir con el Pz, en un futuro próximo, siempre y cuando me den el MasterCAP en Puerto Real. Trabajo inútil. Mi trabajo como corresponsal ha sido, una vez más, y como casi todo lo que hago últimamente, infructuoso. Planes que se desbaratan una vez más. "Qué pesimista eres, jodío". Pasa tú por esto, mamón.

Social life. Gente que se ha alegrado de verme de vuelta. Gente que ni sabía que me había ido. Un buen amigo que me ha hecho un favor sin poner pegas. Snif. Las marujas del gym apenas levantaron la ceja (depilada y pintada) al verme aparecer en la clase, como era de esperar. Sólo a un monitor rarito pareció alegrarse de verme en todos los sentidos, tal y como me dierona a entender sus ojos haciendo chirivitas y su saludo en voz alta y arrastrando las sílabas. Sexual destroyer que es uno, mire usté.

La semana que viene, Semana Fantástica. Viajes a Jerez, Sevilla y ojalá, Puerto Real. Se sabrá dónde haré el Master (presuntamente). Más decisiones, encajar los golpes, hacer fintas, saltar y llegar a la meta, como SuperMario, pero sin sonrisa perenne. Pero si no me dan prórroga, beca ni nada, igual me retiro a meditar, como hacen tantos, a Barcelona, a fundirme los ahorros "viviendo la ciudad y sus gentes", como buen arquitecto perroflauta y con nido de golondrinas en la cabeza. O quizás habitar uno de los bonitos riscos que vi en el camino a Almería, allá por Granada, y alimentarme de algas, líquenes y plancton, y los festivos de lapas (que son un manjar en Tenerife) y buen día, cuando me crea un cangrejo de verdad, acabar despeñandome. Bien por las gaviotas, que tendrán alimento fácil. Humor negro, pero peligrosamente me anima.

Un minuto antes de escribir este post, estaba animado, pero una llamada, una simple llamada de teléfono, me ha desbaratado los precarios planes que tenía ayer, y por lo tanto, desequilibrado. Para que veáis que grado de incertidumbre tengo en mi puerca vida, que todo se desmorona a la mínima.

¿"Arquitecto de castillos en el aire"? Qué poético, pero qué putada, cohoneh.

¿Qué os diría ahora toda una Drama Queen, que es como me siento yo ahora? Ah, sí:

Os deseo a todxs una feliz semana de orgasmos preferiblemente no autoinducidos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se nota que los domingos no son lo tuyo, si fueran los lunes... pues lo entendería (Garfield es un gato y ni siquiera a él le gustan).

Y para nada te pega lo de cangrejo ermitaño, reconócelo, eres un aminal muy sociable y moririas de pena antes que despeñado si no tuvieras a nadie al lado con quien hablar.

Venga va, que esto sólo es un "stand by" y seguro que todo se reanuda sin darte cuenta.


Un abrazo.

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