miércoles, 16 de febrero de 2011

Naranja

Esta tarde, mientras me peleaba con una unidad didáctica ( = "tema") y la interminable parrafada sobre competencias básicas, objetivos específicos y de materia, etc. me di cuenta de una cosa, bueno de dos:
  1. Estoy todo el día haciendo tablas de word. Mira que a mí siempre me ha gustado un listado, una enumeración (a las pruebas me remito: esta misma entrada, el blog en general...), y al final, lo que me ha complementado a nivel ofimático (sí, qué profundo soy) son las tablitas de office...
  2. Son (tablas) naranjas. Estoy identificando mi especialidad de Dibujo con el color naranja. ¿Por qué? No lo sé. 
Ni corto ni perezoso, he hecho dos cosas (jajaja, qué predecible soy, leñe):
  1. Modificar por enésima vez la estética del blog para adecuarla a un color que se está volviendo tan pseudoimportante en mi día a día. Los colores fríos ya me estaban fastidiando un poco. Últimamente no me sentía cómodo con tantos azules, grises y verdes rotos (por favor "sentirse cómodo con un color": es para pegarme a ver si se me quita el perroflautismo), necesitaba un cambio.

  1. (Blogger no me deja poner un 2 en este tipo de listados, por culpa del vídeo, en plan "¿Te gustan las listas? Pues jódete, perra") Acudir al famoso libro de Eva Heller, del que ya hemos hablado por estos lares, para informarme sobre dicho color. ¿Qué representa? ¿Qué implica? ¿Me puedo psicoanalizar de manera rápida y sucia con esto? Reconozco que es de los pocos cuyo análisis no me había leído. He aquí un resumen (lo que está entre corchetes y cursiva lo he añadido yo):

  • Es un color exótico que no suele agradar: hay más personas a las que no les gusta que a las que sí, aunque en los últimos años ha ganado adeptos [últimamente siento que no agrado a mis compañeros de máster, especialmente a aquellos inseguros que van de estrellas y que anhelan que les rías las gracias. Y yo no juego a eso ya]
  • Tiene un papel secundario en nuestro pensamiento y nuestra simbología, por ellos hablamos de rojos antes que de naranjas, por ejemplo pelirrojo [sí, siempre me he sentido un secundón]
  • El efecto del naranja es máximo cuando está rodeado de su complementario el azul [el azul no está disponible en este momento. Le están peinando]
  • Se abuso de él en la publicidad, y en los años 70 fue el color típico de los objetos de plástico, así como el color de vanguardia del diseño moderno, por eso hoy se asocia a lo poco serio, poco caro o poco prestigioso (nadie se compraría un Rolls-royce naranja, porque aunque por seguridad sería el más visible parecería menos caro) y con el diseño de ayer. [uys, qué retro soy, qué transgresor, qué malote que soy]
  • Es el color de lo gustoso y aromático, de la diversión, sociabilidad y lo alegre. De lo llamativo, de la extraversión y la presuntuosidad. [yeah baby]
  • Es el color de lo inadecuado, de lo subjetivo, de lo frívolo y no convencional, de lo original. [frívolo y original, no diría yo tanto]
  • Es el color del peligro, de la extraversión, de la actividad y la cercanía. [cada vez me siento más extrovertido, quizás de manera peligrosa]
  • El acorde amarillo, naranja y rojo es el de la intensificación, de la transición al estado culminante. [fire!]
  • Crea ambientes agradables en los espacios habitables porque “calienta” e ilumina. [you push my button, honey]
  • Es el color del budismo así como de los holandeses y protestantes. [sí, como yo: un holandés pelirrojo protestante en crisis espiritual].

Quizás esto sea frívolo, pero creo que acierta en algunas cosas (que incluso me han dejado en este plan). Puede que sea que estoy aburrido de tanta normativa y que lo que quiera sea dar clases ya (o al menos, saber para qué me están dando tanta teoría, si es que está orientada a mi práctica profesional). O a lo mejor es que, tanto hablar de color, de psicología del ídem, de la teoría del ídem, etc., esté catatónico y picueto y no sepa cómo dar salida a tanto delirio cromático. 

Sea como sea, ahí está y que dure lo que dure.

5 comentarios:

Frannao dijo...

Mi color predilecto es el negro pero en el 3º puesto tengo al naranja. Es un color muy vivo.

Mi apellido es naranjo sabes? jajaja

Lo siento amoreh, esta noche ya no tengo inspiración para comentar jaja.

Un besazo

Anónimo dijo...

Pues a mi me encanta el naranja. Estoy ultimamente con una tendencia sobre ese color que asusta. Ahora mismo el reloj, la funda del movil, la del portatil son naranjas, y yo tan feliz, jaja, más que una perdiz.

bueno, que yo tenía que venir por aquí y por unas cosas u otras me perdiiiiiii por culpa de un errorrr, me perdiiiii ( que decía el duo dinámico)

a pesar un buen día.

Un beso cielo

Roberto dijo...

Digamos que el naranja puede sacar de ti las dos cualidades del gusto a las que se asocia:

Un lado amargo, poco gustoso, el que sale con la teoria, la normativa, los momentos desagradables, etc.

Un lado dulce, de placer y bienestar cuando abandonas todo lo anterior y disfrutas de lo verdaderamente importante.

Te pega el naranja.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

A mi el naranja siempre me ha recordado al butanero (y a Naranjito, por supuesto). Un abrazo

Srta. Freud dijo...

Lo voy a decir de forma rápida (y sucia?):

¿Has notado que no existen yogures sabor naranja?

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