viernes, 20 de agosto de 2010

Psicología del Color

Aprovechando un par de días más relajados en mis quehaceres de albañilería, he comenzado a leer un libro tras el que llevaba mucho tiempo detrás y que, por una cosa u otra, no terminaba de comprar (y no he comprado, sino que lo he sacado de la biblioteca -todo nuevecito, todo para mí durante 2 semanazas-). Se trata de "Psicología del color: Cómo actúan los colores sobre los sentimientos y la razón", de Eva Heller.

Es de los libros técnicos cuya lectura me está resultando más divertida. Desde luego recomiendo su lectura a todo el mundo, pero no sólo a los profesionales que necesitan conocer cómo utilizar el color y el efecto que este produce en las personas, como es el caso de los diseñadores web, arquitectos, psicólogos, arquitectos con ganas de ser psicólogos, profesores de Arte, sino a cualquier otra persona.

Este libro aborda la relación de los colores con nuestros sentimientos y demuestra cómo ambos no se combinan de manera accidental, pues sus asociaciones no son meras cuestiones de gusto, sino experiencias universales que están profundamente enraizadas en nuestro lenguaje y en nuestro pensamiento. Proporciona una gran cantidad y variedad de información sobre los colores, como dichos y saberes populares, su utilización en el diseño de productos, los diferentes tests que se basan en colores, la curación por medio de ellos, la manipulación de las personas, los nombres y apellidos relacionados con colores, consejos para vestir y maquillarse correctamente, un breve repaso de la moda a lo largo de la historia, pasando por explicaciones sobre qué sustancias se han utilizado para conseguir los tintes y pinturas de cada color o los colores asociados a cada signo del zodiaco, etc.

Este ensayo está lleno de curiosidades muy estilo Trivial (y que por ello, me fascinan gafapastilmente), del tipo
  • que el color naranja no existía en Europa antes de que los cruzados trajeran esta fruta de Oriente.
  • que Napoleón murió por su afición al verde,
  • que hasta 1950 no se generalizó el traje de novia blanco sino que era muy habitual el negro,
  • que el rosa era un color masculino hasta la primera mitad del siglo XX,
  • o que durante la Edad Media el color de las ropas estaba regulado y llevar un color no acorde con tu estatus social se penaba incluso con la muerte (esto también lo estoy comprobando en otro libro que me leo por las noches, arañando horas de sueño, "La Catedral del Mar").
Ahí os dejo un miniestracto para que lo disfrutéis si os apetece.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hoy me apetece hacer una lista:

- Yo me pongo morado cada vez que me ponen una bandeja de pasteles por delante.

- Alguna vez me he quedado en blanco en algún examen.

- Casi nunca me libro de los marrones de otros que surgen en el curro.

- Me pongo rojo como un tomate cuando me pillan mirando algo que no debo (aunque a veces es inevitable por que te las ponen en mitad de las narices).

- Me quedo verde de envidia cada vez que a otro le toca la Primitiva (sobre todo cuando el dinero no le hace falta).

- Hay veces que tengo dias grises cuando no me ha salido todo bien.

- Siempre que he estado enamorado lo he visto todo de color rosa.

- No tengo ningún color favorito, pero suelo vestir mucho de azul.


Un abrazo.

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